Regístrese para recibir el boletín electrónico gratuito para arquitectos.
Regístrese ahoraFuente de inspiración
A veces, las mejores ideas surgen en lugares poco probables.
Autor: Caitlin Reagan para los arquitectos de la AIA
Frank Gehry, FAIA, se inspiró en Fred Astaire y Ginger Rogers para diseñar la llamada “Casa danzante” en Praga el año 1996. La novela Moby Dick animó a Steven Holl, FAIA, a diseñar una casa de vacaciones en 1988 en Martha’s Vineyard. El verano pasado, la Internet fue invadida con las imágenes de la “Premier Tower”, el edificio de la firma Elenberg Fraser en Melbourne, Australia, que se originó en un video musical de Beyoncé.
Motivado por las características urbanas y naturales del Lago Michigan, el arquitecto Santiago Calatrava, FAIA, diseñó el techo del Museo de Arte de Milwaukee, que recuerda botes y velas. En ocasiones, el impulso de crear un diseño proviene de fuentes poco probables e, incluso en la fecha de entrega, muchos arquitectos y diseñadores descubren que la mejor forma de concebir una idea es alejarse del espacio de trabajo. A continuación, siete arquitectos recuerdan el momento en que las piezas de su particular rompecabezas se unieron de manera decisiva y expresiva.
Me encanta viajar, lo que en otras palabras significa volar, y disfruto mirar por la ventana hacia afuera y observar la punta del ala. Encuentro muy inspiradoras las líneas, los rayos [del sol] que golpean el metal, la textura de la superficie. Todavía no lo he traducido en un diseño de mi trabajo. Creo que lo haré algún día.—Vaishali Katyarmal, AIA, socio fundador, Studio Silver.
Soy diseñador urbano en jefe y el diseñador en jefe del centro comunitario de la reurbanización de la Planta de Filtración de Arena McMillan. Este proyecto se ubica en una antigua planta industrial, una planta de filtración de agua en Washington D.C. Existen grandes silos de concreto que una vez se utilizaron para almacenar arena. Allí se lavaba la arena, se colocaba en contenedores de almacenamiento y se ponía bajo tierra. Estos recipientes de arena fueron una fuente increíble de inspiración para el diseño urbano del proyecto. En el transcurso del proceso de diseño, sustentamos todo lo que queríamos hacer en la glorificación y objetivización de esta reliquias históricas que han estado emplazadas en la propiedad desde 1984. Uno de los principios básicos del Proyecto McMillan era no conservar estas cosas (como los contenedores de arena) para que las personas las vieran, sino que entretejer estos objetos en la tela del urbanismo o en el vecindario. —Christian Calleri, AIA, Perkins Eastman.
Los alimentos y la agricultura son mis fuentes principales de entretenimiento e inspiración. Ellos son las brújulas con que descifro un estilo de vida y me conecto a la cultura local, ya sea donde vivo o en un viaje. Diseñábamos un techo ecológico para un edificio de usos combinados. Iba a utilizarse intensamente por la oficina y el hotel como instalaciones, y el paseo también iba a usarse como un destino de ventas minoristas para atraer visitantes a los niveles superiores. Nuestra inspiración fueron las terrazas de arroz de Banaue construidas por la tribu indígena ifugao de Filipinas. El resultado fue un amplio diseño de terrazas escalonadas con algunos elementos de agua y paredes verdes a lo largo de los lados de la claraboya principal.—Bridget Josef, MG2
Trabajábamos en un proyecto con mi equipo; era un proyecto único para el cual no había sido sencillo encontrar una buena idea raíz, algo que guiara nuestras decisiones y nos enfocara en el proceso creativo. Comenzamos observando mapas y estudios del río Chicago puestos lado a lado de la rígida malla de calles de Chicago. Los patrones, las secciones, las curvas y las ramificaciones crearon un diseño increíble que iluminó nuestra imaginación. Después de trabajar con estos mapas, creamos las directrices de nuestro diseño y realizamos un hermoso diseño. El resultado final fue la propuesta del malecón, un concepto de barcaza de entretenimiento flotante.—Jean Dufresne, AIA, SPACE Architects + Planners.
Mientras nos encontrábamos en Abidjan, en la Costa de Marfil, nos dimos cuenta de que los techos de los edificios son, en muchas formas, las superficies más importantes, incluso más importantes que las paredes. Nuestra recomendación era utilizar bien el clima de Abidjan. Aunque es caluroso en ciertas épocas del año, los vientos son muy predecibles; por lo tanto, nuestra recomendación apuntaba a edificios ventilados de manera natural. Una alumna de segundo año hizo una observación que fue sorprendente. En el campus había un edificio pequeño, una estructura abierta con techo de paja. Los estudiantes se reunían allí para almorzar. [La alumna de segundo año] dijo que le gustaba el edificio porque, si bien era la estructura de aspecto más desvencijado, le recordaba que estaba en África. Para mí, eso fue importante porque confirmó la importancia de estar en un lugar por sobre el lugar mismo. —Omar Calderón, AIA, director, Perkins Eastman.
Visitaba el sitio de un proyecto donde había un edificio rectangular de dos piso en un terreno rectangular. El edificio existente ocupaba la mitad delantera de toda la longitud del terreno y enfrentaba la calle. La mitad desocupada estaba en la parte trasera, aislada de la calle. En la superficie del terreno crecían en abundancia malezas y zacate cangrejo y había rocas irregulares cubiertas por césped. Al ver estas cosas se me ocurrió la idea de una “roca en el jardín”, algo duro y sin adornos que emergía del suelo. Nuestro equipo de diseño creó una estructura autónoma provista de superficies facetadas cubiertas parcialmente por plantas. A medida que se desarrollaba la idea, esas formas angulares se convirtieron en la fachada y sirvieron como camino para llevar a los peatones más hondo en el terreno y alejar el edificio de la estructura existente que estaba en frente. El diseño final fue un pequeño edificio multifamiliar de tres pisos hecho de hormigón moldeado, vidrio y crecientes paredes verticales que se conectaban a jardineras en el techo. —Jason Tapia, AIA, director, Building Center No. 3
Uno de mis lugares preferidos que he visitado es un pequeño restaurante donde sirven desayunos en Montreal, llamado Restaurant L’Avenue. Estaba de vacaciones cuando descubrí este restaurante muy pequeño, animado y lleno de energía en el plateau de la ciudad. Este pintoresco lugar no albergaba más de 50 comensales, pero todas las mesas estaban repletas de una fila de clientes hambrientos que salía por la puerta. Después, cuando nos reunimos con un cliente para desarrollar un nuevo concepto de restaurante en California, el Restaurant L’Avenue fue el catalizador que iluminó el diseño; me inspiraron los ruidos fuertes, los colores vivos, la preparación visible de la comida y la sencillez. Con estas ideas, el equipo de PHX Architecture (Erik Peterson y Maurita Walker) y yo diseñamos un nuevo concepto para el prototipo del restaurante Saint Marc en [Huntington Beach], California. —Davina Griffis, Assoc. AIA, PHX Architecture
Este artículo fue publicado originalmente por la revista Architect el 26 de agosto de 2016.